martes, 12 de junio de 2012

“La no Identidad, la no Pertenencia”


La no Identidad, la no Pertenencia

Índice

Introducción
1. Identidades, Pertenencias
1.1 Culturalismo
1.2 Tardocapitalismo
1.3 Posmodernismo. El principio del fin de la historia

2. Apéndices
2.1 Barrio de La Boca
2.2 Puerto Madero
2.3 Los Countries

Reflexiones
Bibliografía consultada

  

Introducción


En este texto nos abocaremos a hablar sobre el tema de la identidad en las urbanizaciones, la cual es cada vez más insignificante, y sobre la pérdida de interés que se tiene sobre la pertenencia del lugar en el cual se vive.

Con este trabajo se quiere llegar a que un lugar, barrio, urbanización, sea la expresión social producto de una colectividad, como lo es por ejemplo el Barrio de La Boca, y no que sea el lugar el que determine la sociedad que lo habitará. Apuntar a la recuperación de los valores espirituales de las personas, a la existencia de una esencia, y a la obtención de una legitimidad política, social y cultural.

El título también nos remite a la metodología que se utiliza para la gestación de lugares, donde en muchos casos se emplea la manipulación de la formas historicistas como base de emprendimientos, con un fin absolutamente comercial que es el consumo. Citamos a Puerto Madero, ya que es una lugar enclave para entender esto.

En algunos caso ni siquiera esto ya hace falta, el sólo hecho de brindar un espacio estable y seguro es suficiente para llevar a cabo la tarea, dejando así, atrás el sentido de la identidad y la pertenencia.

Seguridad, estética  y un espacio confortable parecen ser buenos parámetros para vivir bien, ejemplo de lo dicho se puede ver en los countries suburbanos de la Ciudad de Buenos Aires, pero éstos encubren otros temas importantes,  donde se puede hablar sobre la artificialidad y las limitaciones de las libertades personales.

Para entender aún más estas posibilidades de hacer ciudad, primero nos enfocaremos en quienes llevaron el estandarte de estas ideas, y como se fueron diluyendo por la necesidad de amoldarse a las nuevas demandas o por otros factores a través del tiempo. 


1. Identidades, Pertenencias


1.1 Culturalismo

El término “culturalismo” se remonta a la mitad del siglo XIX en donde personajes como John Ruskin y William Morris, entre otros, tomaban la ciudad como un hecho cultural.
Caracterizados por la predilección por los valores espirituales de las personas, por entender al ciudadano como parte de un grupo humano con identidad y tradiciones, y por el sentido estético y artístico de la ciudad. En frente estaba el progresismo, grupo antagónico, donde las necesidades materiales y el ciudadano entendido como un ser cuantificable eran los pilares de este pensamiento.

En la década de 1960 Aldo Rossi, líder de la Tendenza redescubre los valores de la ciudad tradicional. Toma al urbanismo como una “disciplina autónoma”, donde la historia reafirmaba esta idea; después define una metodología de análisis, la cual confluye con el pensamiento actual de la época, el “estructuralismo”, psicología, psicoanálisis, critica literaria formaban parte de éste.  Y por último asentó su pensamiento en la “identidad”, en donde sostenía que la tipología no era sólo una cuestión formal, sino una manifestación de una manera de vivir.

“Me siento inclinado a creer que la ciencia urbana, entendida de esta manera, puede constituir un capítulo de la historia de la cultura, y por su carácter total, sin duda, uno de los capítulos principales.”1  palabras de Aldo Rossi en uno de sus libros acerca del urbanismo como disciplina autónoma.

En la década de 1980 por los hechos urbanos contemporáneos que se sucedían en ese entonces se hacía muy difícil poder sostener las ideas impuestas por Rossi, ahora los patrones se basaban en el poder económico, político y técnico, ya no había una unidad reconocida, sino un enorme aglomerado.

El movimiento moderno dejó a la ciudad sin legitimidad social, política y cultural.

(1) Rossi, Aldo, La Arquitectura de la Ciudad, 10ma ed., Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 1999, pág. 4

  
1.2 Tardocapitalismo

Los encargados de hacer frente a la nueva realidad urbana no tenían una base para actuar, entonces deciden ir hacia inversores privados. A partir de esto la ciudad empezó a proyectarse caso a caso, de carácter parcial y a corto plazo.
“La desregularización tardocapitalista había llegado al urbanismo”. 2

Zonas urbanas degradadas por carencia funcional se volcaron sobre la iniciativa privada, y de este modo se limitaba al estado a tener un mínimo de control sobre estas áreas. Como ejemplo podemos poner la zona de Canary Wharf en Londres y a nivel local Puerto Madero, del cual hablaremos más adelante.

(2) García Vázquez, Carlos, Ciudad Hojaldre, 1ra ed., Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 2004, pág. 16


1.3 Posmodernismo - El principio del fin de la historia

Bernardo Secchi advirtió la necesidad de fundar una nueva metodología  de análisis, la que consistía en utilizar la historia para buscar huellas que ayudasen a encontrar significados a los distintos fragmentos urbanos.
Proponía la estrategia de las reglas y las excepciones. Modos de asentamiento, subdivisiones de suelo, tipos arquitectónicos, técnicas constructivas, etc.
   
León Krier a través de un proyecto apelaba la necesidad de volver a los valores de la identidad, cultura y ética social. Densificación de suburbios, hasta transformarlos en barrios tradicionales. Tramas urbanas y tipologías arquitectónicas locales. El compromiso asumido por él era la de hacerle frente a la política de las multinacionales.

Pero cada vez era más difícil llevar esto adelante, los nuevos espacios urbanos que se empezaron a dar llevaban como estandarte la artificialidad y la falta de prejuicios, la historia en la cultura posmoderna sufre una severa modificación.

El fin de la historia hizo que el ciudadano perdiera la capacidad para organizar el pasado y el futuro, se ausenta la memoria colectiva. El urbanismo neotradicional reformula y homogeniza las identidades y las tradiciones, pero de una forma fragmentada, como significantes sin significado. El recurso a las formas historicistas responde a un poder económico y no a un proyecto público, ético. 

Por otra parte, la descripción de la forma, definirla como es, constituye un conjunto de los datos válidos; eso es todo lo que comprendemos por medio de la morfología urbana: la descripción de las formas de un hecho urbano; pero es sólo una instancia, una herramienta. Se aproxima al conocimiento de la estructura pero no se identifica con ella.  
Por ejemplo, si tomáramos un templo antiguo pero pensamos que se construyó recientemente, éste tendría un valor totalmente diferente, podríamos decir en sí que su arquitectura es valorable en cuanto a forma y estilo. Pero no presentaría esa riqueza de admitirla como un hecho urbano.

El New Urbanism es un estilo que lo podemos situar dentro del posmodernismo, donde éste encuentra en Estados Unidos su lugar más privilegiado, y se puede decir también donde el ciudadano es engañado, en donde la identidad no importa y la finalidad de todo esto es el consumo.
La manipulación de las formas historicistas logra la atracción de muchos individuos, la inclinación hacia la arquitectura tradicional es enclave, pero en verdad se oculta el fomento de la artificialidad, la estética y la restricción de las libertades personales, aunque se generen sensaciones de identidad, cultura, etc. Todo es forzoso. 
  



2. Apéndices 

Aldo Rossi piensa acerca de la identidad  “Concibo la arquitectura en sentido positivo, como una creación inseparable de la vida civil y de la sociedad en la que se manifiesta; ella es, por su naturaleza, colectiva.” 3



2.1 Barrio de La Boca
 Aquí podemos empezar a hablar de la identidad, pero para eso nos remitirnos a la pertenencia. ¿Cuál es el grado  de  pertenencia de un lugar, de dónde proviene? Es ella la que hace que los ciudadanos de un barrio, por ejemplo, sientan que son parte de ese lugar, el grado que les afecta ser de ahí o no. Y es la pertenencia la que hace que ese lugar tenga una identidad verdadera. La historia, el origen dá esos parámetros y a su vez genera una identificación. Como por ejemplo pasa en el barrio de La Boca, el cual tiene una identidad, la que es dada por sus habitantes, quienes fueron los protagonistas de darle su color, su textura. ¿Y qué es eso que los impulsó a generarle ese carácter al barrio?, seguramente haya sido el grado de pertenencia que sintieron y aun sienten, ser de ahí, de la rivera, del paisaje portuario, el cual se ve influenciado sobre las viviendas, el de ser Genovés, manifestando sus costumbres y vivencias. Y siguiendo la línea de Rossi, es la memoria colectiva la que aún mantiene el espíritu vivo de este barrio.
  
 (3) Rossi, Aldo, op. Cit. pág. 2


2.2 Puerto Madero

Ahora si nos vamos hacia otro extremo, un barrio creado desde cero. ¿Se logra la identidad, cultural, ética social? Podemos poner como antes nombramos, el ejemplo de Puerto Madero, donde un sector está reutilizado tratando de generar una memoria colectiva, una identidad, apelando a sus formas historicistas en donde reutilizan los viejos docks como nuevas oficinas y restaurants, y se tratan de generar algunos hitos con las viejas grúas del lugar. Como nombrábamos antes en cuanto a forma y estilo  puede ser valorable, ¿pero se identifica realmente con lo que es el lugar? Aquí ya no podemos hablar del significante y significado.
También podemos tomar la parte más reciente de Puerto Madero, la que se han generado cantidades de torres imposibles de acceder sino se tiene un poder adquisitivo muy alto. La cual el estado ha cedido a inversores privados a hacerse cargo de los planes urbanísticos de la zona. Los cuales se han olvidado de que en ese lugar existe un río, seguramente el más importante de la ciudad, solamente citando esto ya no podemos hablar de pertenencia ni de identidad.


2.3 Los Countries
  
Otros fenómenos existentes son los Countries o barrios cerrados suburbanos, los cuales los podemos asociar al New Urbanism o al Urbanismo Neotradicional. No se puede saber qué grado de pertenencia tienen los habitantes sobre el lugar, si se genera esa sensación de pertenecer o no, y tampoco si el lugar necesita una identidad, basada en la historia, cultura, la ética social, etc.  para la gente viva cómoda o no. En este caso es más imprescindible la artificialidad, la estética, el control y la seguridad.
Una de las cuestiones críticas es la relación con el exterior, ¿cómo se conectan éstos con la ciudad?, al hacernos esta pregunta y ver la importancia que tiene la respuesta podemos afirmar que un mismo Countrie puede estar situado en el norte de la ciudad como en el sur o en cualquier otro punto. Por eso ahora el grado de pertenencia que se siente es interior, y más sabiendo que dentro de ellos existen desde escuelas hasta  shoppings, pero al pensar nuevamente su relación con el exterior, se sabe que ésta es casi nula y esto nos presenta que las restricciones personales están dadas. Al haber un alto grado de control y de seguridad, en donde las cámaras de video están presentes por casi todo el lugar  por ejemplo podemos introducir el concepto que tomaba Folcaut sobre la metodología que funcionaba el panóptico  "el panóptico (...) debe ser comprendido como un modelo generalizable de comportamiento; una manera de definir las relaciones de poder en la vida cotidiana de los hombres" 4
Y este caso es un claro ejemplo.
   
(4) Foucault, Michel, Vigilar y Castigar, 1ra ed. 4ta reimpresión, BsAS, Siglo XXI, 2005


Reflexiones

Lo que se puede rescatar de este texto es que cada vez que avanza el tiempo se marca más una tendencia hacia el individualismo, hacia un quiebre más fuerte, que marca y delimita más la distancia entre las clases sociales, en donde los contrastes de los valores culturales, sociales, éticos de los ciudadanos se hacen notar cada vez más.

Muchas de estas personas se interesan por tener una identidad y sentir que pertenecen a tal lugar, a tal barrio, etc. Como nombramos en ejemplo del barrio de La Boca, pero a otras no, esos valores no les son importante . Quizás en algunas sí, pero por una cuestión de seguridad, tranquilidad se terminan excluyendo del mundo cotidiano, creando su propio mundo, y en si terminan alejándose de sí mismas.

Y con esto podemos notar claramente lo que se dijo en la introducción, que determinan las dos formas diferentes de hacer ciudad: la que se determina a través de la expresión social, producto de una legitimidad política, social y cultural de una colectividad; y la que termina estableciendo y determinando a la sociedad que la habitará.



Bibliografía Consultada

Foucault, Michel, Vigilar y Castigar, 1ra ed. 4ta reimpresión, BsAS, Siglo XXI, 2005 (4)

García Vázquez, Carlos, Ciudad Hojaldre, 1ra ed., Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 2004 (2)

Rossi, Aldo, La Arquitectura de la Ciudad, 10ma ed., Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 1999 (1 y 3) (L'architettura della citta. Padua: Marsilio, 1966)